Promesas rotas como el vidrio
mentiras frágiles como el cristal
todo se quiebra con la nieve
derrite las palbras
ahoga los sentidos
pudre la voluntad
tergiversa la naturaleza
Agua llena de caimanes
salamandras negras babosas
nadan entre mis manos
No se puede controlar la providencia
sólo se traslada como el viento
a través de sueños inspirados por la fe
Las montañas no pueden esconder
mis palabras en sus entrañas
ni las ramas sostener
mis pasos en otoño
Estoy muy lejos de las nubes
caí en la tierra como estrella fugaz
solo soy polvo cósmico invisible
humo silencioso
atrapado en las esquinas
gaseosa libertad
a punto de explotar
rebeldía soluble
rodeada de soledad
Lágrima espesa
sin fecha de vencimiento
fermenta los recuerdos
en un caldo de silencio
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